El teletrabajo se ha convertido en parte de la rutina diaria para millones de personas. Sin embargo, no todos los espacios de trabajo en casa están diseñados para favorecer la concentración, la productividad y la salud cerebral. De acuerdo con Perla Machaen, especialista en wellness y biohacking de interiores, un home office mal iluminado, saturado de distracciones o con mala ventilación puede provocar fatiga, estrés y baja creatividad.
Su propuesta es clara: transformar el área de trabajo en un entorno que potencie la mente a través de la luz adecuada, un foco visual definido y ajustes simples en el espacio.
La importancia de la luz en el rendimiento cognitivo
La luz natural regula los ritmos circadianos, influye en el estado de ánimo y mantiene al cerebro alerta. Un espacio de trabajo con poca luz natural o iluminación mal calibrada genera somnolencia, falta de motivación e incluso irritabilidad.
Recomendaciones de Perla Machaen:
- Ubicación estratégica: siempre que sea posible, colocar el escritorio cerca de una ventana con luz indirecta.
- Temperatura de color adecuada: durante la mañana, usar luz fría (5000–6000 K) para estimular foco y concentración.
- Adaptación por horarios: al final de la tarde, cambiar a luces neutras o cálidas para disminuir la fatiga ocular y preparar el cuerpo para descansar.
- Evitar reflejos: organizar pantallas en ángulos que no generen deslumbramiento.
El foco visual: orden y perspectiva que ayudan al cerebro
La neuroarquitectura explica que el cerebro procesa mejor la información en espacios con claridad visual. Un home office saturado de objetos dispersa la atención y aumenta el estrés.
Claves prácticas según Machaen:
- Definir un foco visual claro, como una pared despejada, un cuadro inspirador o una ventana con vista al exterior.
- Evitar tener detrás del monitor objetos caóticos que distraigan.
- Mantener el escritorio despejado, con solo lo esencial: computadora, libreta y una lámpara de apoyo.
- Usar estanterías cerradas o contenedores para almacenar papeles y accesorios.
Un foco visual limpio ayuda a que el cerebro reduzca la carga cognitiva y logre estados más profundos de concentración.
Ergonomía y microhábitos para un cerebro más productivo
Además de la luz y el orden visual, Perla Machaen resalta la importancia de la postura y los descansos. Un espacio que favorece el bienestar físico también mejora la capacidad mental.
- Altura del monitor: a la altura de los ojos para evitar tensión cervical.
- Silla ergonómica: soporte lumbar y movilidad adecuada.
- Pausas activas: levantarse y estirarse cada 50 minutos.
- Micro-espacios de pausa: una planta, una lámpara cálida o un aroma natural que marque la transición entre concentración y descanso.
El impacto en el cerebro y la productividad
De acuerdo con la experiencia de Perla Machaen, quienes adaptan su home office bajo criterios wellness observan mejoras claras en:
- Mayor claridad mental y reducción de la fatiga cognitiva.
- Mejor estado de ánimo durante la jornada laboral.
- Incremento en productividad, con más tareas completadas en menos tiempo.
- Reducción del estrés, al trabajar en un entorno ordenado y bien iluminado.
Conclusión: un home office diseñado para el cerebro
El trabajo desde casa no debe ser sinónimo de agotamiento. Con ajustes sencillos en luz, orden visual y ergonomía, Perla Machaen demuestra que es posible crear un home office que cuide el cerebro y multiplique la productividad. Un espacio diseñado con conciencia no solo ayuda a trabajar mejor hoy, sino que también protege la salud mental y física a largo plazo.

 
					
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